viernes, 7 de enero de 2011

Monasterio de Santa María de Ripoll

El Románico es un estilo que se desarrolla entre los siglos XI y XII en
una sociedad formada por un elevado número de campesinos.
Hasta el siglo X la situación política era muy convulsa. Se produjeron invasiones (bárbaras, musulmanes, etc.) Cuando se terminan, la religión va a unificar a toda Europa. Si bien el  S.X nos encontraremos una situación de estabilidad externa, se producirán conflictos internos causados por la nobleza. En cuanto a la sociedad se trataba de una sociedad feudal y estamental. En torno al año 1000 se produce una mayor unificación de la Iglesia ,y el pueblo se acerca más a ésta.

Las características principales del arte románico son las siguientes:

  • Es un arte eminentemente rural, con un profundo carácter cristiano. Presenta influencias del arte romano, prerrománico, bizantino, musulmán,...
  • En arte románico se produce la unión en la misma obra de la arquitectura, la escultura y la pintura, formando un todo homogéneo.
*En cuanto al estilo románico en arquitectura se denomina el resultado de la combinación razonada y armónica de elementos constructivos y ornamentales de procedencia latina, oriental (bizantinos, sirios, persas y árabes) y septentrional (celtas, germánicos, normandos) que se formó en la Europa cristiana durante los primeros siglos de la baja Edad Media. Durante esta época se producen numerosos conflictos por lo que la arquitectura de este periodo tiene un aspecto defensivo. En España el románico está muy desarrollado, sobre todo en el norte. Se difunde a través del camino de Santiago, el más importante en las peregrinaciones.

EDIFICIOS IMPORTANTES:
àLas Iglesias:
  • Peregrinación: situadas en las grandes ciudades europeas y en las de peregrinación. Tienen una tribuna en la nave transversal. Pueden terminar en ábsides.
  • Carácter espiritual: cara elemento tiene su significado. El crucero= la bóveda celeste; la cruz = el cuerpo de Cristo; los muros= la gente.
àLos monasterios  fueron centros culturales, económicos, religiosos y defensivos. En el campo o en las afueras de las poblaciones. Se dedicaban a la oración y al estudio.
Poseían grandes propiedades territoriales. Estaban constituidos por una iglesia con un claustro, que sirve de núcleo central del monasterio. El claustro es de arquerías sobre columnas de escasa altura y con frecuencia pareadas que descargan sobre un podium o pedestal corrido. A esas galerías desembocan las principales  dependencias. El lugar destacado se encuentra la sala capitular o sala de reuniones de la comunidad. En la planta superior se encuentran los dormitorios.
En lugar mas alejado se encuentran las instalación de carácter económico (graneros, cuadras,...)

 à Los castillos estaban compuestos por la torre del homenaje o residencia del señor, un gran patio con diversas dependencias y la muralla.

Después de haber hablado de las características principales de esta corriente artística y situarla cronológicamente vamos a centrarnos en nuestra obra que es:

" El Monasterio de Santa María de Ripoll"
El monasterio benedictino de Ripoll fue fundado por el conde Guifré el Pilós en el año 879. El 20 de abril del año 888 el monasterio de Ripoll fue solemnemente consagrado y dedicado a Santa María.
La creciente importancia del monasterio de Ripoll como centro cultural, con biblioteca, scriptorium y escuela monástica medieval, motivó sucesivas ampliaciones del edificio, siendo la efectuada por el abad Oliba (1008-1046) la que conformaría sus formas definitivas : 60 por 40 metros en un edificio pétreo de formas austeras y macizas, de cinco naves, con un cuerpo de edificio delantero encima del cual se levantaron dos torres de campanarios y en la parte posterior un grandioso transepto coronado por un ábside central y tres absidiolos a cada lado.

El templo ha sufrido diversas restauraciones. En especial la realizada tras el terremoto de 1428 y la de 1830 que redujo a tres las cinco naves originales.
Ahora damos paso a hablar sobre el exterior del monasterio:
Hoy en día tan solo queda en pie y tras su remodelación del siglo XIX la grandiosa basílica y el claustro, totalmente reconstruidos ambos en el año 1886, y también el edificio que constituía la residencia del vicario.
La fachada principal del conjunto se compone de la parte central que corresponde al frontal de la nave central y aparecen a ambos laterales cada uno de los dos campanarios. Todo el bloque inferior se encuentra oculto por el atrio arqueado construido en el siglo XVI con la finalidad de preservar la portalada de entrada y sus esculturas.
De los dos campanarios existentes, tan solo uno (el Norte y más pequeño) es original. El otro se derrumbó tras un terremoto en el siglo XV y fue reconstruido por Rogent en el XIX tomando como modelo el campanario del cercano monasterio de Sant Martí del Canigó, en el Conflent francés. Bajo la coronación del campanario, en el techo del último piso aparece un friso de arcos y abajo dos ventanas en cada cara de dimensiones crecientes. Supuestamente, la cubierta era a cuatro vertientes y no debería tener más de tres plantas en total, tal como se puede apreciar en el campanario norte original.
Por la parte posterior se pueden apreciar los muros primitivos en los ábsides, de aspecto rústico. Estos están decorados mediante motivos lombardos (debido a la restauración) y lesenas verticales probablemente tampoco originales. Las absidiolas son mas sencillas y tan solo presentan arcos en la parte superior. Las ventanas que aparecen son simples.
El muro de cierre del transepto se decora mediante 7 arcos ciegos alargados en progresión. Se aprecia desde este punto la vertiente a dos aguas de la cubierta del transepto. Exteriormente, el cimborio octogonal mantiene la decoración aplicada por Rogent, arcos ciegos y ventanas sencillas con arco de medio punto. En las esquinas, un pequeño saliente esconde en su interior las pechinas.
En cuanto al interior, observamos que el estado actual de la basílica es el resultado de la restauración radical efectuada a finales del siglo XIX, se cree que tan solo se conserva la planta original. El cuerpo de las 5 naves consta de 7 tramos cada una, rematadas en la cabecera con un monumental transepto, cubierto también con bóveda de cañón. Aquí se abren los 7 ábsides, el central de grandes dimensiones y los restantes de menor magnitud.
En la intersección entre la nave central y el transepto se sitúa una cúpula, coronada exteriormente con el cimborio octogonal. La puerta de la iglesia da a la fachada de poniente protegida dentro de un atrio con grandes arcadas, y que está ornamentado por el grandioso y magnífico conjunto de la portalada concebida como un gran arco triunfal.

En este monasterio también destaca el claustro que se sitúa al mediodía de la iglesia. Todos los porches de las diferentes galerías siguen las proporciones de la única de origen románico: la del lado norte, que queda adosada a la iglesia. Así, todas cuentan con 14 arcos muy moldurados que descansan sobre columnas dobles, con pilares macizos en los ángulos. Las arcadas se decoran con hojas de acanto planas, muy características del taller de Ripoll, reposadas sobre grandes ábacos únicos para cada dos capiteles, con decoraciones geométricas o vegetales, cintas plegadas, hojas planas, cuadrículas ajedrezadas, ramajes, entrelazados, etc... Los capiteles, siempre dispuestos en parejas se colocan sobre columnas y estas sobre bases, son de estructura corintia con el cuerpo decorado con iconografías humanas o fantásticas y decoraciones vegetales. Los ángulos ofrecen representaciones de cabezas de animales o de personajes y hojas muy caracoleadas. Las bases reposan sobre un zócalo cuadrado generalmente sin decoración.
Una de las cosas que hay que destacar de este monasterio son los relieves que encontramos en los capiteles de la galería norte. Hay representaciones de personajes ataviados con túnicas cortas, barbudos con cabellos largos, representaciones de monstruos, de vegetales, de ángeles, felinos, y personajes mitológicos como son las sirenas.

Si por alguna cosa se destaca el nombre de Ripoll en el listado de monumentos románicos en Cataluña, es por su magnífica y impresionante portalada tallada.
Solemne y soberbia, se levanta ante el observador, llena de figuras, columnas y arcos, escenas bíblicas, calendarios y medallones, hombres, ángeles y animales, y por encima de todo, la figura del señor, que en actitud mayestática, se yergue como centro de todas las miradas, tanto de las figuras delicadamente esculpidas en piedra como de los visitantes que contemplan el conjunto.
El escultor se dedica en cuerpo y alma a recrear las miniaturas que aparecen en el códice de la Biblia de Ripoll  , detallando desde los pliegues de túnicas y sábanas, hasta las armaduras, cascos y escudos de los soldados. La riqueza de temas y iconografía hace que aun sea objeto de estudio y debate, existiendo discrepancias en la interpretación de algunos de los motivos.
Construida ligeramente sobresalida del muro frontal de la basílica, se presenta como un gran arco triunfal compuesto por 7 arquivoltas labradas, apoyados sobre jambas compuestas por pilares, chaflanes y esculturas, adornados con ciclos temáticos y calendarios. Alrededor del pórtico, se divide la iconografía en tres niveles, el superior, donde se sitúa la figura del Señor dentro del grupo del tetramorfo y los 24 ancianos, el central, donde se reflejan las figura de los apóstoles y los santos, además de los dos ciclos principales del conjunto, el de David y Salomón, y el de Moisés y el éxodo de los israelitas, y finalmente el inferior, donde se representan figuras humanas, divinas y animales. La estructura icnográfica recuerda la distribución de temas en las pinturas murales, en la parte superior Dios y los ángeles, visiones apocalípticas y tetramorfos, en la parte intermedia los santos y buenaventuras. Finalmente, en la parte inferior, las escenas terrenales o los personajes bíblicos en contacto con el mundo.